Aunque el propósito de un proyecto sea la generación de una solución tecnológica, los objetivos específicos que
tiene el equipo de desarrollo van variando a lo largo de todo el proyecto. Al principio, generalmente hay una
considerable incertidumbre acerca de los requerimientos. Puede que no esté claro si el proyecto es factible (o
incluso rentable). En ese momento, es fundamental dar una respuesta a estas preguntas y quizá no sea el
foco la construcción del producto propiamente dicho. Hacia el final del proyecto, el
producto generalmente está completo, y los problemas de calidad, completitud e implantación ocupan un lugar
central. En diferentes momentos, las mismas tareas se llevan a cabo de formas diferentes (con objetivos
diferentes) y los productos de trabajo resultantes serán más ricos en contenido.
Para coordinar los esfuerzos del equipo de una manera consistente con lo observado anteriormente, el ciclo de vida del
proyecto se divide en una secuencia de fases. Cada fase tiene un conjunto definido de
objetivos, con un conjunto de tareas y productos de trabajo adaptadas para abordar las necesidades únicas
del proyecto en ese momento. El ciclo de vida del proyecto proporciona a los Interesados del proyecto una visión global, transparencia y mecanismos para
controlar el gasto de recursos, el alcance, el riesgo, y el valor proporcionado del proyecto, entre
otros aspectos del proceso.
Este ciclo de vida en fases ayuda a organizar las iteraciones del mismo dentro de las fases. Cada fase finaliza con un
hito destinado a proporcionar supervisión sobre los objetivos de la misma, planteando y respondiendo un
conjunto de preguntas críticas para los Interesados del proyecto en ese momento.
Preguntas claves al finalizar cada fase:
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Conceptualizacion. ¿Estamos de acuerdo con el alcance y los objetivos del
proyecto y si el proyecto debe o no continuar?
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Elaboración. ¿Estamos de acuerdo con la arquitectura desarrollada que se
utilizará como base de la solución? ¿Consideramos que el valor entregado hasta ahora y el riesgo remanente es
aceptable?
-
Construcción. ¿Tenemos una solución que está lo suficientemente madura como
para ser liberada? ¿Podemos cambiar el foco principal del equipo y colocarlo en afinar, pulir y garantizar una
implantación exitosa de la solución?
-
Implantación y Estabilización. ¿La aplicación está lista para ser implantada en
producción a toda la comunidad de usuarios?
Si la respuesta es "Sí" a esas preguntas en cada hito de revisión de fase, entonces el proyecto avanza a la
siguiente fase (o culmina en caso de estar en la última). Si la respuesta es "No", la fase se retrasa (generalmente
agregando una iteración adicional) hasta que se reciba una respuesta satisfactoria a las preguntas, o incluso puede
llegar a determinarse que el proyecto debe ser cancelado.
Dentro de cada fase, se pueden desarrollar una o varias iteraciones, donde las iteraciones apuntan a producir los
resultados necesarios para responder a estas preguntas. Por ejemplo, para responder a la pregunta de Elaboración, generalmente necesitamos implementar y probar aspectos clave del
sistema para que comprendamos qué arquitectura necesitamos, comprender qué componentes comerciales, disponibles en el
mercado (COTS) podemos necesitar, conocer a qué riesgos críticos nos enfrentamos y cómo abordarlos, saber
cuál es la efectividad del equipo, etc. Estas necesidades guiarán la forma en que priorizamos lo que se debe hacer
en una iteración de elaboración.
Uno de los objetivos del ciclo de vida del proyecto es centrarse en dos impulsores clave de las partes interesadas:
la reducción de riesgos y la generación de valor. Como se muestra en la figura 1, las cuatro fases
aquí descritas enfocan al equipo en la reducción de riesgos relacionados con las preguntas que deben responderse al
final de la fase, al tiempo que realizan un seguimiento de la generación de valor.
Figura 1: reducción de riesgos (línea roja) y generación de valor (línea verde) durante el ciclo de vida del
proyecto.
El riesgo (visto de forma negativa) es una manifestación de la probabilidad de que sucedan cosas inesperadas al
proyecto, y el riesgo se interpone en el camino de la generación de valor. Es directamente proporcional a la
incertidumbre en las estimaciones, y los Interesados del proyecto generalmente quieren saber qué valor puede ofrecer el proyecto en el tiempo estipulado con la
mayor antelación posible. En muchos casos, el riesgo se reduce cuando se crea valor (al implementar y probar
las funcionalidades más críticas). Sin embargo, hay situaciones en las que la reducción del riesgo y la generación
inmediata de valor están en contraposición, lo que requiere un cuidadoso equilibrio de estas prioridades en pro
de maximizar el valor.
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