Una vez liberado el incremento del producto de software y luego de configurado el ambiente de pruebas, los probadores de software proceden a la ejecución de los casos de prueba previamente diseñados. Estas pruebas se ejecutan de acuerdo a la estrategia de pruebas definida en el Plan de Verificación y Pruebas y de acuerdo a las pruebas planificadas para la iteración en curso. 

Las pruebas funcionales y no funcionales deben ejecutarse en esta actividad. Cuando se pretende automatizar pruebas o ejecutar pruebas automatizadas, la implementación de los scripts de pruebas automatizadas deben generarse como productos de esta actividad.

Como resultado de la ejecución de pruebas se tendrán casos de éxito (donde se obtiene el resultado esperado del caso de prueba) y casos de falla (donde el resultado obtenido difiere del resultado esperado).

Tanto en casos de éxito como de falla, debe registrarse la evidencia de la ejecución del caso de prueba.

En casos de falla, es necesario generar un registro de incidente (potencial defecto) en el cual se detalle:

• Criticidad del defecto
• Prioridad del defecto
• Impacto potencial del defecto
• Tipo de defecto
• Descripción del defecto
• Resultado esperado y evidencia del resutado obtenido
• Pasos para reproducir el defecto y datos necesarios para su reproducción
• Trazabilidad al caso de prueba ejecutado

Es recomendable es que este reporte de incidentes (bugs) sea realizado a través de una herramienta tecnológica de seguimiento o tracking de incidencias, que permita reportar las incidencias con un identificador único y permita relacionar el reporte de defecto a la versión del software que se está probando, el caso de prueba que se está ejecuctando y proyecto en el cual se está trabajando. Algunas opciones gratuitas pueden ser: Bugzilla, Mantis, Request Tracker (RT), o similares.