En esta instancia, todos los requerimientos recopilados hasta el momento, deberán ser agregados al documento de Especificación de Requerimientos, clasificándolos de acuerdo a las categorías
definidas en dicho documento.
Durante la revisión de cada requerimiento, éstos deben ser priorizados. Esta asignación de prioridad, debe reflejar la
importancia del requerimiento para el negocio, y se debe considerar que será la base para la definición del alcance de
la solución. La idea principal es lograr que la descripción de los requerimientos sea lo más detallada posible, y tenga
su enfoque hacia los elementos que constituirán el diseño conceptual de la solución.
Realizando una buena asignación de prioridades de los requerimientos, es posible definir el orden de
implementación y facilitar la negociación del triángulo “tiempo-recursos-alcance”, en función de las prioridades
definidas. La prioridad de los requerimientos se puede establecer de acuerdo a las siguientes pautas:
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Alta: Requerimientos requeridos. Deben ser obligatoriamente cumplidos
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Media: Requerimientos altamente deseables, pero no imprescindibles.
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Baja: Requerimientos deseables, pero que pueden ser eliminados sin afectar la operatividad
esperada.
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